El coraje de defender


Català

Muchos de los conflictos a lo largo de la historia de la humanidad se han caracterizado por utilizar razones diferenciales de caracter étnico, racial, de clase, etc. para justificarse. Argumentos que simplemente buscan enfrentar las personas por el hecho de tener rasgos culturales y/o religiosos diferentes. Continuamente vemos como hay un pulso entre la tolerancia y la discriminación, y que cuando la primera se ve debilitada, la segunda rápidamente acapara todo el protagonismo.

El inicio de los años noventa del siglo pasado presenció grandes cambios en la estructura mundial y, desgraciadamente, también fue testigo de cómo la intolerancia etno-religiosa abrumaba nuevamente los titulares de los medios de comunicación.

La guerra volvía a Europa y ésta no se quería creer lo que veía a través de los objetivos de los periodistas corresponsales. Muchos de ellos jóvenes que habían podido cruzar la frontera de la paz simplemente subiendo en tren desde Munich o Zurich.

Jovan Divjak (1937 – 2021) era comandante de la Defensa Territorial en Sarajevo cuando comenzó la guerra en Bosnia. En abril de 1992 se quedó en Sarajevo para formar parte del multiétnico ABiH (Ejército de la República de Bosnia y Herzegovina), defendiendo la ciudad y sus civiles.

Reproducimos aquí una de las muchas entrevistas que dio, en este caso publicada en la Web de la organización sin ánimo de lucro “Remembering Srebrenica “(Recordando Srebrenica) con sede en Reino Unido. Esta organización sensibiliza sobre el genocidio ocurrido en la ciudad de Srebrenica (11 – 19 de julio de 1995) durante la guerra de Bosnia.

Imagen 1: Jovan Divjak (Marzo de 2006)

Nací en Belgrado y me mudé a Bosnia con mi familia, donde nació mi hermana menor. Después de la escuela secundaria, fui a la academia militar porque mi madre no podía permitirse el lujo de pagar mi educación: mis padres ya estaban divorciados.

Me trasladé a Sarajevo en 1966 y durante 18 años formé parte del sistema educativo militar. Justo antes de la guerra, fui nombrado Comandante de Defensa Territorial de Sarajevo, con el grado de general.

En 1991, fui procesado por el abogado militar del ejército nacional yugoslavo (JNA) por haber permitido a las fuerzas de la policía locales tomar armas del JNA para proteger a sus comunidades.

En abril de 1992, recibí una llamada telefónica del general Siber, que era el comandante general del ejército de Bosnia y Herzegovina (ABiH). Me pidió que asistiera al que resultaría ser una reunión histórica: la creación de un ejército multinacional organizado para defender la Bosnia multiétnica de cualquier tipo de ataque y proteger su independencia y soberanía.

Éramos una fuerza multiétnica: nuestro comandante era bosnio y nuestros comandantes adjuntos (de los cuales yo era uno) eran croatas y serbios (aunque me identifico como bosnio).

Sentí que era mi obligación moral estar con aquellos que estaban en peligro

Jovan Divjak

y ofrecer mis conocimientos profesionales y militares a los soldados para que pudieran resistir cualquier amenaza que pudiera venir.

Nunca creí que habría guerra, lo que pasaba en Croacia se sentía muy alejado de nosotros. Se habló de una posible guerra a pequeña escala en otras zonas de Bosnia, pero nunca de la guerra en Sarajevo, debido a sus fundamentos multiétnicos, multireligiosos y multiculturales. Lo consideramos imposible. Así que quedé estupefacto cuando comenzó el ataque a Sarajevo.

Al principio, decía a mis soldados que esto no duraría más de un mes o dos. Más tarde, cuando me di cuenta del poder militar al que nos enfrentábamos, les dije que la guerra duraría tres o tres años y medio. Aún ahora, cuando me ven, me preguntan como sabía que duraría tanto, y les digo:

es difícil empezar una guerra, pero aún es más difícil terminarla.

Jovan Divjak
Imagen 2: Jovan Divjak

Nunca sentí la necesidad de irme de Sarajevo, ni siquiera en 1993, cuando el embajador de Estados Unidos, Jakowitch, me dijo que todo lo que necesitaba era decir una palabra y él me ayudaría a salir. Consideré que era más importante permanecer aquí para ayudar a otros a soportar la guerra. Muchos serbios se quedaron en la ciudad durante la guerra, unos 30.000 de ellos. El ejército del AbiH era un 12% serbio y había serbios en la policía y la defensa civil, los medios de comunicación y en los hospitales, y dos miembros serbios de la presidencia de Bosnia.

Todos aquellos que decidieron quedarse aquí y defender sus casas y sus familias, también defendieron el espíritu multiétnico de la ciudad.

Jovan Divjak

Había decidido mantenerme al lado de los ciudadanos bosnios y de los ciudadanos de Sarajevo. No actué desde el punto de vista político, sino desde el punto de vista de mi profesión, que consistía en ayudar a los ciudadanos bosnios a ponerse de pie y resistir la agresión.

Imagen 3: Sarajevo durante el sitio. Font

Primero me identifico como bosnio, porque es puro egoísmo pertenecer a una sola nación, a una religión. La grandeza acontece cuando uno pertenece al mundo, a la naturaleza y no es esclavo de una religión o de una nación.

Hice de testigo en un caso ante el Tribunal de La Haya y, cuando me identifiqué, afirmé: yo soy un Earthling, del planeta Tierra.

Pertenezco a esta ciudad. Ir a los teatros, asistir a funerales, bodas, aniversarios … Vivo el ritmo de esta ciudad.

Jovan Divjak

Los ciudadanos me han aceptado como parte de sus familias y cuando visitaba mis soldados en diferentes barrios, normalmente me recibían con aplausos, lo que me daba la satisfacción moral de que estaba en el lugar adecuado y servía a los demás.

En 1994 creé la Fundación “La educación construye Bosnia y Herzegovina”.

Una organización que beneficia a los niños y a los jóvenes víctimas de la guerra, incluidos los niños con alguna discapacidad y los jóvenes con necesidades sociales de todos los grupos étnicos. Cuando era joven, nos enseñaron que la religión es el opio de la gente. Hoy creo que la educación en Bosnia se utiliza de una manera similar.

Los niños no aprenden lo que realmente ocurrió en Bosnia

Jovan Divjak

Mirad el caso de Srebrenica. Hoy los niños serbios aprenden sobre el bombardeo de la OTAN en Serbia, pero no sobre el genocidio de Srebrenica. Milorad Dodik, presidente de la República Srpska, ha dicho varias veces que en sus libros de historia no se mencionará ningún genocidio ni el sitio de Sarajevo. Del mismo modo, los jóvenes de la Federación no saben que el ABiH también cometió crímenes de guerra. La historia tiene largas raíces y sus raíces se remontan a la larga historia de Yugoslavia y Bosnia.

El genocidio en Srebrenica no se produjo sólo unos días después del 11 de julio. Comenzó muy atrás, con una limpieza étnica en el valle del río Drina a finales del 1991, y un genocidio en Prijedor con las fosas comunes a Tomasica, Ključ, Sanski Most, Zvornik, Višegrad.

La historia de Srebrenica debe ser sobre todo la historia de las relaciones humanas, ya que hay numerosos ejemplos de personas que se protegen mutuamente.

Jovan Divjak
Imagen 4: Cementerio en la ciudad de Srebrenica donde hay enterradas las víctimas del genocidio que han podido ser identificadas. La identificació sigue aún hoy en día. Font

Hoy tenemos una necesidad real de educación en Srebrenica y Bosnia-Herzegovina y de lo que pasó aquí. Necesitamos libros de texto de historia para Croacia, Serbia y Bosnia que puedan servir de herramienta de justicia. Debemos difundir en la medida de lo posible las sentencias del Tribunal de La Haya contra Mladić, Karadžić, Beara, Krstić y otros.

Tenemos que educar a la gente no sólo sobre el genocidio de Srebrenica, sino también sobre los genocidios en Ruanda y en Siria. Sólo cuando se tenga este contexto más amplio se podrá entender Srebrenica. Tenemos que aprender de la forma en que otros países han tratado el genocidio: Ruanda, como estado, trató el genocidio mediante el sistema judicial y la reconciliación y demostró cómo hay que hacer estas cosas.

Decidí quedarme en Sarajevo y defender la ciudad porqué ésta era mi obligación moral y profesional.

En el mundo actual, nuestra obligación es hacer todo lo posible para evitar la guerra y el enfrentamiento.

Jovan Divjak

Todos los países tienen grupos (organizaciones civiles, ONG) que defienden la resolución pacífica y la no confrontación, y deberían recibir todo el apoyo que haya. Así es como prevenimos conflictos futuros y construimos un futuro mejor para nuestros jóvenes.

Imagen de Portada: Cementerio de Sarajevo. CC BY-SA 3.0 Michael Büker, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, via Wikimedia Commons

Entrevista original publicada en la Web de la organización “Remembering Srebrenica”.

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