APUNTES SOBRE TOM CARR


Català

Recientemente hemos ido al Museu d’Art Modern de la Diputació de Tarragona a visitar su última muestra temporal, El lloc i l’instant, con obras del artista tarraconense Tom Carr. Se clausuró el pasado día 14, pero os animamos a ir para ver la expo permanente, que la # culturaessegura, amigos!

Tom Carr (1956), trabaja desde los años 80 con las formas geométricas y la sencillez de los materiales, en especial la madera, para dotar de poesía sus obras, que se mezclan con el espacio, a modo de instalación, a través de la luz y el color. Lo encontramos en algunas de las obras de la primera sala de la exposición.

Piezas del espacio My Red Studio. Foto propia

Más adelante cambia los materiales y utiliza la proyección de formas para llenar y transformar la sala, como es el caso de Melancholia, otra de las piezas de la muestra. Lo hará, a partir de los años 90, con el llamado net art, es decir, obras hechas a partir de internet.

Melancholia, foto propia

En el Museo de Arte Moderno podrá encontrar también dentro de la muestra permanente “La Capilla” un espacio creado por el mismo escultor donde el tratamiento de la madera y el color son los protagonistas. De hecho, forma parte de la primera exposición que realizó en Tarragona y que fue precisamente en este museo: Aqua et tempus (1997), de la que surgió la instalación con el mismo nombre y que podemos encontrar en la ya citada “Capilla.” Un espacio con connotaciones religiosas (por la ubicación y el nombre), donde lo que se busca, tal vez, es la comunión con el arte.

Aqua et tempus, fuente: MAMT

Nosotros, por nuestra parte, lo conocimos con Reberveratio. Obras de Tom Carr. 1974-2009 que se hizo en el 2009 de la mano de la Caixa Tarragona. Allí se mostraban esculturas-instalación de madera pintada y trabajada con agua, a fin de doblarlas y darles forma. Instaladas y colgadas por la sala, hacían efectos geométricos y móviles que danzaban. Este juego con el aire y el movimiento recordaban algunos de Alexander Calders, así como Jorge Oteiza y otros escultores del siglo XX, por el hecho de añadir el vacío en la escultura. Esta geometría da un efecto de ascenso místico que seguiremos viendo en la obra de Carr.

El lugar y el instante, consta de tres apartados, My red studio, Melancholia y Kunstkammer.

En la primera sala de la exposición temporal encontramos el espacio de My red studio: una amalgama de objetos que representan una síntesis de su obra escultórica a través de los años. Tal como nos sugieren en el panfleto de sala, es una mezcla entre la maleta al estilo de la Boîte-en-valise de Marcel Duchamp (unas maletas que el artista utilizaba para crear mini museos en el interior), y la obra Estudio rojo (1911) de Henry Matisse, en el que se ve su taller con un fondo muy rojizo. Lo que pretende Tom Carr, aquí, es crear una sala-museo con su pasado, incluyendo una luz roja que cubre el espacio.

 

My Red Studio, foto propia

Posteriormente en el recorrido se encuentra Melancholia, que parte de un grabado de Albercht Dürer, del 1514, con el mismo nombre, en el que hay un poliedro misterioso. Hace una relectura con esta pieza que se encuentra sola y protagonista de la sala, donde proyecta escenas y reflexiones en torno a la concepción artística.

Melancholia, foto propia

Kunstkammer, la última parte de la muestra. Es un poco al estilo de los gabinetes de curiosidades de los siglos XVI y XVII, o incluso de las clásicas salas de museos y pinacotecas de los siglos XIX y XX con muchas obras, todas juntas y superpuestas. Dándole, pero, una vuelta, y haciéndolas blancas y ausentes. Convierte los cuadros en los protagonistas; y pintados de colores por detrás, en un giro semántico de lo que es importante o no en una exposición.

‘Gabinete de curiosidades’ Frans II Francken (1636), fuente: Wikipedia.

Kunstkammer, foto propia

Como hemos comentado, actualmente ya se ha clausurado, pero podéis ir igualmente al museo, para ver las obras de la muestra permanente y, si os habéis quedado con más ganas de Tom Carr, podéis encontrarlo en el espacio “La Capilla” del museo, y también, de paso, en la rotonda que va hacia la Via Europa, que son varios bloques de hormigón, Entrance, que representan los pescadores del Serrallo y que, originariamente, se encontraba en el Puerto de Tarragona. Ya veis, el arte está en todas partes! 😉

Maria Pérez Santafosta

Guiomar Sánchez Pallarès

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REFERENCIAS



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