Racional y místico, Oteiza


Català

Jorge Oteiza nos enamora. Toda esta obra tan mística, este País Vasco tan mágico, este discurso potente y directo; estos ideales que van más allá del arte, casi de lo humano. Nos enamora.

No es la primera vez que hablamos de Jorge Oteiza en el Cultius, ya lo hicimos en 2013, por su cumpleaños de nacimiento, el 21 de octubre, donde hacíamos una intro rápida a su obra.

Una vez más, la Fundación Catalunya – La Pedrera juega con los conceptos de continente y contenido en sus exposiciones en la Pedrera; ya lo comentamos cuando fuimos a visitar la del ruso El Lissitzky. En aquel artículo, que titulamos ‘La ironia de La Pedrera’ hablábamos del choque entre estilos arquitectónicos y ornamentales que usaba Gaudí para este edificio, comparado con las técnicas y la sutileza racional del informalismo ruso de Lissitzky, dando un juego entre espacio que contiene la expo y las obras de la expo en sí. esto también le pasa a Oteiza. La desocupación del espacio, donde continente y contenido juegan, como también lo hace el propio edificio del Museo Oteiza de Alzuza, Pamplona, aunque de una manera menos chocante y más homogénea.

Me explico: La muestra nos transporta cronológicamente por la concepción escultórica del artista. Desde sus primeras creaciones con hormigón, de un estilo primitivista, claramente inspirado en las culturas aborígenes, hasta las famosas cajas metafísicas, donde la materia es el propio vacío. Pasando por toda su experimentación con soportes, formas y materiales, así como también mostrándonos proyectos que fueron muy importantes en la carrera del artista, como el frontal escultórico del Monasterio de Arantzazu, y otros que no se llegaron a hacer finalmente, pero de los que nos queda las propuestas y los bocetos.

Comisariada por Elena Martín y Gregorio Díaz, conservadora y director del Museo Oteiza de Alzuza, Navarra, respectivamente; la exposición dialoga con el espacio de formas sinuosas de Gaudí, como son los techos y, especialmente, una parte de barandilla en torción, formando un movimiento orgánico, que se encuentra en la escalera principal que da acceso a la parte de las exposiciones temporales, y que para la muestra la han dejado entrever a través de uno de los ventanales de la sala.

La exposición nos muestra más de un cenetenar de piezas, junto con dibujos preparatorios, textos y poesías del propio Oteiza, para poder adentrarnos dentro de su filosofía, de su producto visual y conceptual. La exposición se ha realizado, como hemos entredicho, gracias a la colaboración con el Museo Oteiza de Navarra, donde precisamente pudimos ir hace poco y profundizamos aún más en la figura de este polifacético creador; en un museo creado propiamente para exponer sus esculturas, diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, por lo que es hecho expresamente como una gran estructura oteiziana, un enorme edificio inspirado un poco en las cajas metafísicas. Un espacio -continente- especial, para tan especial contenido. El museo, además, se encuentra junto al que fue el taller del propio Oteiza, donde actualmente se encuentra un espacio para realizar talleres y ver documentales sobre su pensamiento, así como, para los más voyeurs, el despacho tal como lo dejó el artista, lleno de papeles, materiales y puros Montecristo!! 😉

Si sois fanáticos de Oteiza tenéis que ir -tanto a La Pedrera como al Museo de Alzuza; y si no os acaba de convencer o no lo conocéis id, ¡que os enamorará! se puede visitar hasta el 22 de enero de 2017. #ExpoOteiza #LaPedrera

Guiomar Sánchez Pallarès

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2 pensaments sobre “Racional y místico, Oteiza

  1. Nos alegramos que la exposición en la Fundación Catalunya-La Pedrera haya despertado vuestro inquietud por profundizar en la obra y el pensamiento estético de Oteiza.

    Se agradece vuestro interés por visitar también el Museo Oteiza y culminar de contextualizar así la significación de la obra del artista.

    Saludos,

    J. P. Huércanos
    Subdirector Museo Oteiza

    M'agrada

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